EL DINOSAURIO
Quizás alguno no lo sepa, pero acaban de leer el cuento más corto del mundo. El dinosaurio, de Augusto Monterroso, es uno de los textos más estudiados, citados y parodiados en la historia de la literatura y la escritura.
El dinosaurio está incluido en muchas antologías publicadas en el mundo hispanohablante como Argentina, Chile, España y México. También ha sido traducido a varias lenguas latinas como el francés, el italiano, el portugués y el catalán. Este sencillo cuento, de sólo siete palabras, ha fungido como motor e inspiración para movimientos literarios y miles de estudios. Aunque parezca imposible ha causado furor incluso como motivo de reflexión política.
La primera duda que a mí me surgió cuando leí esta joya literaria, fue la pregunta ¿quién despertó? Luego de horas y horas analizando acabé con una lista de aproximadamente treinta y cinco posibles sujetos, pero claro todos eran inventos de mi imaginación pues el cuento no indica nada al respecto. Lo que sí denoté fue la importancia significativa que tiene el uso de la coma en este cuento. Es la coma la que nos señala que hay un sujeto implícito en la historia, a parte del dinosaurio.
Los gramáticos nos dicen que es algo obvio, pues el sujeto está implícito en la oración y se refiere a una tercera persona singular, entiéndase él o ella. Sin embargo, el enigma no está resuelto, él o ella pueden ser cualquier persona, puede ser usted o aquel otro, o incluso el de más atrás. Los modernos estudiosos de la obra monterrosina sostienen que:
Efectivamente llevan razón los gramáticos al decir que el sujeto de este cuento es un sujeto expreso, adrede Monterroso lo colocó de esta forma pues al no designar a una persona en específico se sobre entiende que Monterroso se está dirigiendo a todos los que no son Augusto Monterroso, es decir, el escritor le está hablando a toda la humanidad».
Teniendo presente que la humanidad es una voz en tercera persona singular, y dándole crédito a los gramáticos y estudiosos, concluyo que el guatemalteco Augusto Monterroso se refiere o más bien hace alusión al despertar de la humanidad. Hay cierto grado de paralelismo con obras como la La Repúlica de Platón y el relato de La Caverna, pues nos encontramos con una sociedad premeditada a ver y entender algunas cosas, pero incapaz de pensar y despertar.
La segunda parte del cuento se opone a la primera, aquí tenemos un sujeto explicito; un dinosaurio. Los más osados, y sin ganas de razonar, indican que el significado de esta obra es que un día la humanidad despertará y se encontrará con la época prehistórica. Personalmente, considero que nuevamente hay que acudir a la metafísica. La figura del dinosaurio denota muchos posibles significados e interpretaciones, no siempre la interpretación más fácil es la más correcta.
Son grandes los debates que enfrentan a los estudiosos y analistas. Algunos dicen que es un cuento optimista que recalca que en un futuro la humanidad despertará. Otros señalan el carácter completamente pesimista pues al el dinosaurio continuar ahí hace referencia a que no importa que la sociedad despierte, seguirán estando en ella la barbaridad, la sinrazón y la bestialidad. Entonces, ¿no sería mejor continuar durmiendo ante este futuro terrible y oscuro que nos predice Monterroso con su cuento?
Finalmente, concluyo que el cuento tiene siete palabras y no creo que sea coincidencia el hecho de que el siete es el número cabalístico que representa la perfección. Aunque muchos discuten los procesos gramaticales para contar las palabras, no olvidemos entonces que si sumamos las letras que componen a El Dinosaurio, el resultado es 43. (4 + 3 = 7).
Navegando en la red me encontré con estos diez elementos para el análisis de El Dinosaurio. Aquí los adjunto y si alguno se anima a dar su análisis y conclusión, bienhallado sea.
1) La elección de un tiempo gramatical impecable y la naturaleza temporal de casi todo el texto.
2) La equilibrada estructura sintáctica, alternando tres adverbios y dos verbos.
3) El valor metafórico y alegórico, de una especie real pero extinguida: los dinosaurios.
4) La ambigüedad semántica: ¿quién despertó? ¿dónde es allí?
5) La pertenencia simultánea al género fantástico, al género de terror y al género policíaco.
6) La posibilidad de partir de este cuento para la elaboración de un cuento de extensión convencional.
7) La presencia de una cadencia casi poética, contiene un endecasílabo; una estructura gramatical maleable.
8) La posibilidad de ser leído indistintamente como cuento o como relato.
9) La condensación de varios elementos cinematográficos: elipsis, sueño, terror.
10) La riqueza de sus resonancias alegóricas: kafkianas, apocalípticas o políticas.